lunes, 11 de septiembre de 2017

Olvido y perdón


Image result for perdonarDebido a la coyuntura en la cual nos encontramos, no pude evitar reflexionar - probablemente de la manera más sencilla- sobre el perdón. ¿Es que acaso el perdón es olvidar todo y empezar de 0? ¿Está en la naturaleza humana el perdonar? ¿Se puede perdonar?¿Qué se necesita para perdonar? ¿Es que el perdonar se da en un momento preciso, o es un proceso? Y si es un proceso, ¿cuánto dura? 


Todas estas preguntas se me venían a la cabeza y tal vez encontrar las respuestas de las mismas sea más fácil que aplicarlas en el mundo real. Pero trataré de ordenarme un poco y, si no doy una respuesta clara, al menos espero que me ayuden en esta búsqueda.

¿Qué es perdonar? Un día, mientras escuchaba un programa de ayuda psicológica, escuché la definición del perdón, y se me quedó hasta estos días: El perdón es lograr que aquello que te hizo daño ya no sea el centro de tu vida. ¿Ello implica olvidar y decir "aquí no pasó nada"? No. Perdonar no es olvidar. Perdonar significa aprender a convivir con el recuerdo del mal sin que este sea significativo, ni cause resentimiento. No sé si alguna vez han encontrado a personas que dicen que han superado ciertas adversidades causadas por ciertas personas, pero cuando las cuentan expresan rabia, cólera, tristeza, como si volvieran a vivirlas una y otra vez con la misma carga negativa. Esto es un ejemplo de que la persona no logra perdonar.

Si soy sincera, me es más fácil encontrar ejemplos en la vida cotidiana de lo que no es perdonar, que encontrar lo contrario.

La definición del perdón me lleva a creer con firmeza que perdonar no es fácil, para nada. Y, si no es fácil, concluyo que ni siquiera está en nuestra naturaleza perdonar. Nos resultaría más lógico tomar venganza, desquitarnos cada vez que podemos para poder liberar esa tensión y, en este proceso, buscar justicia. Es por eso que en el acto de perdonar, de verdad, necesitamos de alguien que nos ayude a hacerlo, alguien que va más allá de nuestra propia naturaleza y nos "inspire" el perdón. Como cristiana creyente, creo en el perdón, no por mérito propio, sino por inspiración divina, concretado en el Amor.

Pensar que el perdón se da de un día para otro es una utopía, sobretodo si se trata de seres tan complejos como nosotros. Es por eso que es un proceso cuya duración, desde mi punto de vista, está correlacionado directamente con la intensidad del daño. A mayor el daño, mayor es el tiempo en que terminan de sanar las heridas. También creo que, por lo mencionado anteriormente, este proceso no se puede forzar: Debe seguir su propio curso, aunque pueda ser lento, y, en algunos casos, no nos alcance la vida aquí en la Tierra.

Al pensar en todo esto, en la complejidad del perdón, me digo a mí misma si habrá una forma de no complicarnos la vida tanto. Lo  único que se me ocurre es pensar en aquellas acciones que, individualmente no podrías perdonar. Si las tienes claras, al menos tendrás una idea de lo que no hay que hacer para  evitar tanto dolor y tanto resentimiento. "No hagas a los otros lo que no te gustarían que te hagan a ti". Sin embargo, reconozco que en nuestra imperfección, es inevitable no herir al otro o recibir una herida. Y otra vez, me acojo a ese "alguien" que va más allá de nuestras imperfecciones y que nos puede - y quiere - ayudar a trascender a nuestra naturaleza.